¿Por qué un ejecutivo de la industria automotriz decide dejarlo todo para asumir un reto en el universo del lujo? Detrás de la marcha de Luca de Meo de Renault hay algo más que un simple cambio de empresa. Lo que está en juego es el legado de un líder transformador, una compañía en plena evolución y el inicio de una etapa que podría redefinir el futuro de dos gigantes europeos.
El adiós de Luca de Meo a Renault: cierre de una etapa histórica
Tras cinco años al frente de Renault, Luca de Meo se despide oficialmente de la marca francesa el próximo 15 de julio de 2025. Durante este tiempo, no solo comandó un cambio estructural, sino que también reformuló completamente la identidad y el rumbo estratégico del grupo automotor.
Su salida, anunciada tras semanas de rumores, fue confirmada por el Consejo de Administración de Renault, que ya trabaja intensamente en elegir a su sucesor. La noticia no solo sacude el entorno automotriz europeo, sino que también impacta directamente en el futuro de la movilidad eléctrica y sostenible, eje central de su plan estrella: Renaulution.

De la automoción al lujo: el nuevo destino de Luca de Meo
Luca de Meo será, con toda probabilidad, el próximo CEO del grupo francés Kering, conglomerado propietario de firmas como Gucci, Saint Laurent, Balenciaga o Bottega Veneta. Este salto al sector del lujo representa un giro radical en su carrera profesional, pero no uno exento de lógica.
Kering, bajo presión por la caída en bolsa y el desgaste de algunas de sus marcas estrella, necesita una figura capaz de reinventar modelos de negocio. ¿Y quién mejor que el directivo que rescató a Renault de sus pérdidas y potenció marcas como Alpine o Dacia?
El legado de la Renaulution: más que un plan, una revolución interna
Cuando de Meo tomó las riendas en 2020, Renault atravesaba una de sus peores crisis financieras. Lo que parecía un proyecto de supervivencia, terminó siendo una de las transformaciones más radicales de la historia reciente del grupo. Su plan “Renaulution” no solo salvó cuentas, sino que reposicionó estratégicamente a la marca para competir con solidez en el mercado global.
Bajo su liderazgo:
- Se impulsó fuertemente la electrificación de la gama de vehículos.
- Se renegociaron los términos de la alianza con Nissan y Mitsubishi, restableciendo equilibrios.
- Se dio prioridad a la rentabilidad sobre el volumen, una ruptura con el enfoque anterior.
- Se fortalecieron las marcas subsidiarias, con especial foco en Dacia y el relanzamiento deportivo de Alpine.

Un equipo sólido y una empresa ágil para el futuro
En su despedida, Luca de Meo no se limitó a un simple adiós. Aseguró que deja “una Renault más fuerte, más rentable y mejor preparada para los desafíos del futuro”. Su labor también fue reconocida por Jean-Dominique Senard, presidente del Consejo de Administración, quien destacó el “restablecido crecimiento” y la “solidez de los cimientos” de la compañía.
En resumen, Renault ya no es la misma empresa que hace cinco años. Y ese es, sin duda, el mayor mérito de De Meo: transformar desde dentro, sin perder identidad.
La sucesión: ¿quién ocupará el puesto de Luca de Meo?
El proceso de búsqueda del nuevo CEO ya ha comenzado. En las quinielas internas suenan nombres como:
- Wayne Griffiths, actual CEO de Seat y Cupra, con experiencia directa en renovación de marcas.
- Josep María Recasens, actual número dos de Renault y presidente director general del Grupo Renault Iberia.
Ambos perfiles representan continuidad, aunque también podrían marcar matices diferentes respecto a la visión de De Meo. El gran reto será mantener el impulso del plan Renaulution, pero adaptándolo a los retos que vienen: digitalización, automatización y la competencia china.

Renault y el salto eléctrico: una visión que cambió el tablero
Uno de los mayores hitos de De Meo fue la apuesta decidida por los vehículos eléctricos. Modelos como el Renault 5 E-Tech 2024, el Renault Twingo eléctrico y la renovación del Renault Austral marcan una nueva era en diseño, tecnología y eficiencia energética.
Estos modelos no solo han revitalizado el catálogo de la marca, sino que la han posicionado como uno de los actores más innovadores de la movilidad urbana en Europa.
Un liderazgo con huella personal y cultural
Luca de Meo es conocido por imprimir carácter y estilo personal en sus gestiones. Lo demostró en Seat, con la creación de Cupra; y lo ha vuelto a hacer en Renault, donde reforzó el mensaje “hecho en Barcelona” y revitalizó el papel de las plantas españolas dentro del grupo.
Su capacidad para fusionar visión estratégica y marketing emocional ha sido una de sus mayores fortalezas. De hecho, su forma de comunicar, directa y apasionada, ha sido clave para ganar credibilidad tanto interna como externamente.

Kering, un nuevo campo de batalla para la visión transformadora
¿Puede alguien que pasó 25 años en la industria del automóvil liderar un grupo de moda de lujo? Esa es la pregunta que muchos se hacen ahora. Pero si algo ha demostrado Luca de Meo es que la gestión del talento, la marca y la visión estratégica no entienden de sectores.
Kering, tras años brillantes, necesita reinventarse. Gucci, su buque insignia, ha perdido tracción frente a Louis Vuitton y Dior. Las demás marcas, aunque prestigiosas, sufren del mismo mal: una narrativa estancada y falta de renovación.
Ahí es donde entra De Meo. Su reto será dar coherencia a un portafolio diverso, reactivar la innovación y devolver el deseo a las marcas del grupo. Una tarea nada sencilla, pero no imposible para quien ya lo hizo en sectores aparentemente más complejos.