¿Y si el próximo viaje no dependiera solo del destino, sino de las decisiones que tomamos antes de girar la llave?
Cada fin de año trae balances, promesas y propósitos nuevos. Sin embargo, hay uno que no puede esperar más. La forma en la que manejamos en Colombia necesita un cambio urgente. Las cifras no mienten y el llamado es claro.
- ¿Cuáles son los peores hábitos de manejo que aumentan los siniestros viales en Colombia?
- Una realidad que no podemos ignorar en las vías colombianas
- 1. Conducir distraídos: el enemigo silencioso al volante
- 2. Exceso de velocidad: llegar antes no siempre es llegar bien
- 3. Viajar sin planificar: la fatiga también mata
- 4. Falta de anticipación y mala comunicación vial
- 5. Descuidar el estado del vehículo: un riesgo evitable
- La conducción consciente como propósito para 2026
En 2024 murieron más de 8.200 personas en siniestros viales en Colombia, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial. No es un número frío. Son historias truncadas, familias marcadas y trayectos que nunca terminaron. Por eso, mientras muchos piensan en metas personales, nosotros debemos pensar en cómo manejamos y en los hábitos que repetimos sin cuestionarlos.
Nissan Colombia levanta la mano y lanza un mensaje directo: la conducción consciente puede salvar vidas. A continuación, analizamos los cinco peores hábitos de manejo que los colombianos deberían dejar en 2025, con la mirada puesta en un 2026 más seguro, humano y responsable.

¿Cuáles son los peores hábitos de manejo que aumentan los siniestros viales en Colombia?
Los hábitos más peligrosos al conducir en Colombia incluyen distracciones al volante, exceso de velocidad, falta de planificación en los viajes, poca comunicación vial y descuido en el mantenimiento del vehículo. Abandonar estas prácticas reduce significativamente el riesgo de siniestros y protege la vida de todos los usuarios de la vía.
Una realidad que no podemos ignorar en las vías colombianas
Colombia enfrenta una crisis silenciosa en materia de movilidad. Aunque muchos siniestros se normalizan, las cifras de fallecidos en carretera siguen creciendo. En 2024 se registraron aproximadamente 8.271 personas fallecidas, una de las cifras más altas de la última década.
Este contexto obliga a reflexionar. No basta con tener mejores vías o más tecnología. El factor humano sigue siendo determinante. La mayoría de los incidentes viales están relacionados con decisiones cotidianas que parecen inofensivas. Sin embargo, acumuladas, se vuelven letales.
Aquí es donde entran los hábitos. Esas conductas repetidas que, sin darnos cuenta, definen nuestra forma de manejar. Cambiarlas no requiere grandes inversiones. Requiere conciencia, intención y compromiso.
1. Conducir distraídos: el enemigo silencioso al volante
La distracción es uno de los hábitos más normalizados. Muchos creen que “un segundo” no hace daño. Sin embargo, basta una mirada al teléfono para perder el control. Mensajes, notificaciones, llamadas o incluso conversaciones intensas desvían la atención del camino.
Cuando manejamos, nuestro cerebro debería estar enfocado solo en una cosa: la vía y lo que sucede alrededor. Cualquier estímulo externo rompe ese equilibrio. El problema no es solo el teléfono. También lo son pantallas, comida o ajustes innecesarios mientras el vehículo está en movimiento.
Adoptar una atención plena al volante significa activar un “modo conducción” mental y físico. Dejar el celular fuera del alcance y asumir que cada segundo cuenta. Porque en carretera, la distracción no avisa.
2. Exceso de velocidad: llegar antes no siempre es llegar bien
La velocidad inadecuada sigue siendo una de las principales causas de siniestros viales. Muchos conductores confunden prisa con eficiencia. Sin embargo, manejar más rápido no garantiza seguridad, todo lo contrario.
Cada vía tiene condiciones distintas. Clima, estado del pavimento, visibilidad y tráfico influyen directamente en la respuesta del vehículo. Circular a una velocidad inapropiada reduce el tiempo de reacción y aumenta la gravedad de cualquier impacto.
La circulación consciente implica entender que no estamos solos. Ajustar la velocidad no solo protege nuestra vida. También protege a peatones, ciclistas y otros conductores. Manejar con madurez es un acto de respeto colectivo.
3. Viajar sin planificar: la fatiga también mata
Muchos conductores subestiman el cansancio. Creen que pueden manejar largas distancias sin descanso. Sin embargo, la fatiga es uno de los factores invisibles más peligrosos en carretera.
Antes de iniciar un trayecto, es clave evaluar nuestro estado físico y mental. Dormir mal, comer mal o no planear paradas puede afectar la concentración. La fatiga reduce reflejos y aumenta errores.
Planificar un viaje no es exageración. Es responsabilidad. Revisar la duración estimada, definir puntos de descanso y escuchar al cuerpo marca la diferencia. Conducir descansado es conducir con intención.
4. Falta de anticipación y mala comunicación vial
Las vías funcionan como un lenguaje. Señales, luces direccionales y distancias hablan por nosotros. Cuando no las usamos correctamente, generamos caos y riesgo.
No señalizar maniobras, cambiar de carril sin aviso o no respetar el espacio de peatones y ciclistas rompe la confianza en la vía. La conducción imprevisible obliga a otros a reaccionar de forma brusca.
Anticiparse y comunicar claramente nuestras acciones mejora la fluidez del tránsito. Mantener la distancia adecuada y respetar prioridades reduce conflictos. Manejar bien también es saber convivir.
5. Descuidar el estado del vehículo: un riesgo evitable
Un vehículo en mal estado es una amenaza latente. Muchos siniestros se originan por fallas mecánicas que pudieron prevenirse. Neumáticos desgastados, frenos deficientes o luces dañadas aumentan el riesgo.
Antes de cualquier recorrido, es fundamental verificar:
- Neumáticos en buen estado
- Sistema de frenos funcional
- Luces operativas
- Niveles de aceite y refrigerante
- Batería en condiciones óptimas
Un auto bien mantenido responde mejor ante imprevistos. Además, brinda confianza al conductor. El mantenimiento no es un gasto. Es una inversión en seguridad.

La conducción consciente como propósito para 2026
El cierre del año invita a reflexionar. Nissan Colombia aprovecha este momento para hacer un llamado urgente. Cambiar hábitos salva vidas. No se trata solo de cumplir normas. Se trata de asumir un compromiso personal con la seguridad vial.
Leonardo Gutiérrez, Director de Producto de Nissan Colombia, lo resume con claridad:
“Una conducción consciente y un vehículo en buen estado son el binomio perfecto para reducir riesgos en carretera”.
Adoptar estos cinco hábitos no requiere esfuerzos heroicos. Requiere constancia. Requiere entender que cada decisión al volante tiene consecuencias. No se trata solo de llegar, sino de llegar con tranquilidad,





