¿Está la automotriz china por dar el golpe más audaz en el corazón de Alemania? El gigante asiático estaría a punto de transformar la crisis de Volkswagen en su propia catapulta hacia el dominio europeo. Pero, ¿qué hay realmente detrás de esta jugada?
Chery quiere desembarcar con fuerza en Europa: ¿el principio del fin o una nueva era para Alemania?
No es solo una operación comercial: si se confirma que Chery compra las plantas de Volkswagen en Alemania, estaríamos ante un cambio de paradigma. Dresden y Osnabrück, dos centros industriales icónicos de la ingeniería alemana, podrían convertirse en el epicentro de la expansión europea de Chery, la automotriz china que no para de crecer.

La noticia, que ya circula en medios europeos, se instala en un momento crítico. Volkswagen, la histórica firma germana, atraviesa una tormenta financiera y estratégica. Su apuesta absoluta por los eléctricos no ha generado el entusiasmo que esperaban. Las ventas caen, los costos suben y, en los pasillos de Wolfsburgo, ya se habla del cierre de plantas como una posibilidad real.
¿Quién aprovechará este vacío? Todo indica que Chery, que viene acelerando su desembarco en el Viejo Continente desde hace al menos dos años, ve la oportunidad perfecta para sortear las barreras arancelarias impuestas por la Unión Europea. Producir dentro del continente, en lugar de exportar desde China, es más que una estrategia inteligente: es una necesidad.
Dresden y Osnabrück: del legado Volkswagen al futuro chino
Las fábricas alemanas de Dresden y Osnabrück tienen una historia ligada al desarrollo automotriz de Alemania. La primera, conocida por ensamblar modelos eléctricos como el Volkswagen ID.3, es una joya arquitectónica y tecnológica. La segunda, más versátil, ha producido desde vehículos deportivos hasta SUV familiares.
Pero todo eso podría quedar en el pasado si los planes de reducción de costos de Volkswagen avanzan. ¿La solución para salvar estos espacios de la ruina? Una adquisición estratégica por parte de Chery, que ya estaría en conversaciones avanzadas para evaluar su viabilidad.
Charlie Zhang, vicepresidente de Chery International, no lo niega. “Estamos analizando seriamente la posibilidad de producir vehículos en Alemania”, declaró. Sin embargo, también fue cauteloso: el marco legal, los sindicatos, la logística y los costos deben estudiarse a fondo antes de cerrar un trato.

Lepas: la marca premium con la que Chery quiere conquistar Europa
Y aquí entra en escena un actor nuevo, pero con ambiciones altas: Lepas, la marca premium de Chery, presentada oficialmente el pasado 24 de abril. Con diseño refinado, tecnología de punta y versiones que van desde vehículos a combustión hasta 100% eléctricos, Lepas es la gran apuesta china para competir con nombres como Audi, BMW y Mercedes-Benz.
Su primer modelo, el Lepas L8, es un SUV mediano con líneas elegantes y enfoque tecnológico. A este se sumará una gama completa que incluye al Lepas L6, un SUV compacto del segmento B, y otros tres vehículos aún en desarrollo. Todos ellos podrían fabricarse directamente en suelo alemán si se concreta la compra de las plantas.
Las motorizaciones no dejan afuera ninguna tendencia:
- Motores térmicos para mercados aún no electrificados
- Híbridos enchufables, ideal para la transición energética
- Eléctricos puros, enfocados en las regulaciones más estrictas de la UE
Así, Chery no solo apuesta por volumen, sino también por diversificación de oferta, algo que muchas marcas europeas aún están ajustando.
La jugada maestra de Chery: evitar aranceles y adaptarse al consumidor europeo
Lo que hay detrás de este movimiento no es solo estrategia de mercado. La Unión Europea ha endurecido su postura contra las importaciones de vehículos eléctricos chinos, con aranceles adicionales y controles regulatorios estrictos. Chery lo sabe, y por eso comenzó a jugar fuerte desde 2024.
Ese año, la empresa inició operaciones en la planta ex-Nissan de la Zona Franca de Barcelona, en alianza con la firma local Ebro. El resultado: el Ebro S700, un SUV que ya rueda por calles españolas, y un plan de producción de hasta 150.000 unidades anuales para 2029.
Ahora, Alemania aparece como el siguiente paso lógico. No solo por su infraestructura industrial, sino porque posicionarse allí construye legitimidad. Producir autos chinos en Alemania no solo es un golpe simbólico: es una validación frente al mercado más exigente del mundo.

¿Qué puede salir mal? Riesgos y desafíos de producir en Alemania
No todo es color de rosa. Producir vehículos en Alemania implica enfrentar una serie de obstáculos que Chery deberá superar si quiere que su plan funcione.
Entre los desafíos clave:
- Costos laborales altos, muy superiores a los de China
- Sindicatos fuertes, que podrían oponerse a un cambio abrupto de manos
- Regulaciones ambientales y de seguridad europeas, cada vez más exigentes
- Competencia feroz, con fabricantes locales que no cederán terreno fácilmente
Además, Chery no solo deberá construir fábricas adaptadas al mercado europeo. También deberá invertir en:
- Redes de distribución y postventa
- Formación técnica local
- Campañas de posicionamiento de marca
- Acuerdos con proveedores de componentes europeos
Esto último es clave: producir localmente implica también integrar cadenas de suministro europeas, lo que puede ser tan costoso como complejo.