Ferrari, el icónico fabricante de autos deportivos, está a punto de hacer historia con el lanzamiento de su primer vehículo eléctrico en 2025. Y lo está haciendo de una manera única: con un sonido artificial de motor V-8 tan realista que podría engañar a más de uno. Aunque este modelo eléctrico aún se encuentra en fase de pruebas, ya ha dado mucho de qué hablar. Imaginemos la escena: un auto que parece un cruce entre el Ferrari Roma y el Maserati Levante, con cuatro tubos de escape aparentemente falsos y un rugido de motor que desafía las expectativas.
El Sonido que Engaña a los Sentidos
¿Un Ferrari eléctrico que suena como un V-8? Sí, así es. En el video espía más reciente de un prototipo de prueba, el rugido artificial de este auto eléctrico es tan convincente que podría confundir a cualquiera que no sea un entusiasta de los autos. Sin embargo, hay un par de pistas que revelan la verdad: el distintivo cartel amarillo de “alto voltaje” que se usa en los vehículos eléctricos de prueba y unos tubos de escape un poco mal alineados y demasiado brillantes como para ser reales. Todo esto apunta a que, bajo el capó, no hay un motor de combustión.
Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, ya ha dejado claro que los autos eléctricos de la marca no serán silenciosos. Cada Ferrari de “cero emisiones” tendrá su propia “firma sonora”, y parece que este primer modelo eléctrico imitará el icónico sonido de un motor V-8. Lo que aún no se sabe es si esta característica será opcional o vendrá de serie en todos los modelos eléctricos.
Regulaciones y el Futuro de los Sonidos Artificiales
La pregunta que muchos se hacen es: ¿se podrá desactivar este sonido? La respuesta es que probablemente no, al menos no en todos los lugares. En gran parte del mundo, las regulaciones exigen que los vehículos eléctricos emitan un sonido artificial para alertar a los peatones. En la Unión Europea, por ejemplo, todos los vehículos eléctricos deben contar con un sistema de alerta acústica de vehículos (AVAS), que se activa al encender el auto y permanece activo hasta que el vehículo alcanza aproximadamente los 19 km/h.
Pero Ferrari no es la primera marca italiana en desarrollar un sonido deportivo para sus autos eléctricos. Maserati, con su GranTurismo Folgore, y Abarth, con su 500e equipado con un generador de sonido, ya han incursionado en esta tendencia. En el caso del Abarth, se necesitaron más de 6,000 horas para perfeccionar el sonido del altavoz externo montado bajo el autos.
Una Tendencia en Crecimiento
La creación de sonidos artificiales no es exclusiva de Ferrari o Maserati. Por ejemplo, el nuevo Dodge Charger eléctricotambién ha desarrollado su propio sonido V-8, denominado “Fratzonic. Aunque suena bastante bien, para muchos puristas, nada puede superar el sonido auténtico de los motores HEMI de gran tamaño. Lo mismo ocurre con los motores naturalmente aspirados de Ferrari.
Sin embargo, más allá del sonido, el primer Ferrari eléctrico podría ofrecer más practicidad de la que estamos acostumbrados a ver en los superdeportivos de la marca. El hecho de que el prototipo esté utilizando una carrocería de Levante sugiere que podría tratarse de un SUV, con puertas traseras, para competir junto al Ferrari Purosangue, a menos que finalmente se clasifique como un GT.
¿Qué Podemos Esperar del Primer Ferrari Eléctrico?
Aunque la apariencia definitiva de este nuevo Ferrari eléctrico aún es un misterio, no tendremos que esperar mucho para descubrirlo. Se espera que los fotógrafos de autos capturen pronto un prototipo con la carrocería de producción, probablemente antes de que finalice este año o a principios de 2025.
Lo que es seguro es que el debut del primer Ferrari eléctrico marcará un hito para la marca. Aunque el sonido de un motor V-8 artificial pueda resultar polémico para algunos, también abre un abanico de posibilidades para los amantes de la tecnología y los autos deportivos que buscan un equilibrio entre rendimiento y sostenibilidad. Este es solo el comienzo de una nueva era para Ferrari, una en la que la innovación y la tradición se encuentran en la carretera.
