¿Qué pasó con el Morning Midas? Una tragedia a bordo de 3.048 vehículos
Un carguero con más de 3.000 autos nuevos, entre ellos 70 eléctricos y 681 híbridos, se incendió en alta mar a 480 km al sur de Alaska, poniendo en jaque al transporte internacional de vehículos modernos.
El pasado 3 de junio de 2025, el buque Morning Midas, un carguero de 182 metros de eslora operado por Zodiac Maritime, emitió una señal de emergencia tras detectar humo a bordo. El incendio se desató en la zona que almacenaba vehículos eléctricos, lo que apunta directamente a las baterías de ion-litio como posibles culpables.
Aunque los 22 tripulantes fueron rescatados con éxito, la embarcación quedó a la deriva, con fuego y humo persistentes días después del incidente. Este suceso encendió todas las alarmas sobre los peligros latentes en el transporte marítimo de vehículos eléctricos e híbridos.

¿Qué transportaba el Morning Midas?
En su interior, el Morning Midas cargaba una flota destinada a México y Estados Unidos, compuesta por:
- 3.048 vehículos nuevos
- 70 autos eléctricos
- 681 autos híbridos
- Resto de unidades con motorización convencional
No se trataba de cualquier cargamento. Muchos de los modelos eran vehículos premium, lo que eleva exponencialmente las pérdidas económicas del siniestro.
Incendios en alta mar: una amenaza creciente con autos eléctricos
Este no es el primer incidente de este tipo. En 2022, el carguero Felicity Ace, con 4.000 autos de lujo —incluyendo Porsche, Lamborghini y Bentley— se hundió tras un incendio similar. Las llamas, alimentadas por las baterías de litio, fueron imposibles de controlar durante más de dos semanas.
Las baterías de ion-litio, presentes en todos los vehículos eléctricos, tienen una característica peligrosa: pueden entrar en un estado de fuga térmica (thermal runaway), generando una reacción en cadena que eleva la temperatura interna hasta que se incendian. Lo más grave: estos incendios pueden reavivarse incluso días después de extinguirse.
¿Estamos preparados para transportar vehículos eléctricos por mar?
La respuesta corta: no del todo.
Y es que el auge de los vehículos eléctricos es imparable. Según BloombergNEF, para 2030 representarán el 30% del mercado automotor global. Pero esta transición ha desnudado un talón de Aquiles: el sistema logístico no se ha adaptado a los riesgos específicos del litio.
Algunas navieras, como la noruega Havila Kystruten, han decidido prohibir totalmente el transporte de vehículos eléctricos. Pero no todas pueden darse ese lujo: la demanda de transporte marítimo crece al ritmo del mercado automotor.
¿Qué opciones tienen ahora las navieras?
Frente a este panorama, las compañías de transporte enfrentan decisiones críticas. Para reducir los riesgos, deberán considerar medidas como:
- Compartimentos especiales y estancos para autos eléctricos
- Sensores térmicos avanzados que detecten anomalías en baterías
- Sistemas automáticos de extinción de incendios diseñados específicamente para litio
- Capacitación especial para la tripulación sobre cómo actuar ante incendios eléctricos
- Normativas más estrictas por parte de organismos internacionales de navegación
Lo que está en juego no son solo bienes materiales, sino vidas humanas y la integridad de rutas comerciales clave.
Pérdidas millonarias: el alto precio del fuego
Las aseguradoras ya comenzaron a hacer cuentas. Con miles de vehículos afectados —muchos de ellos de alta gama—, el costo económico del incendio podría alcanzar cifras de decenas de millones de dólares. No solo se evalúa la pérdida total del Morning Midas, sino también el impacto en las cadenas de suministro de México y Estados Unidos.
Recordemos que en el caso del Felicity Ace, el Grupo Volkswagen perdió más de $155 millones de dólares, y Lamborghini incluso tuvo que reactivar la producción del Aventador, un modelo que ya había sido descontinuado.
¿Qué futuro le espera al Morning Midas?
Por ahora, el destino del barco es incierto. La Guardia Costera de EE.UU., en colaboración con Zodiac Maritime, evalúa si es viable remolcarlo o si, como el Felicity Ace, terminará hundido en las profundidades del océano.
El contralmirante Megan Dean, comandante del Distrito 17, expresó su gratitud por los buques que ayudaron al rescate, pero también dejó claro que “la prioridad ahora es evaluar los riesgos ambientales y estructurales antes de tomar una decisión definitiva”.

Tecnología vs Seguridad: ¿dónde está el equilibrio?
Este tipo de incendios revelan una contradicción dolorosa: el avance tecnológico en movilidad eléctrica no ha sido acompañado por un progreso equivalente en seguridad logística. Estamos conduciendo al futuro, sí, pero lo estamos enviando en barcos que no están preparados para ese futuro.
Nos enfrentamos al reto de modernizar no solo los vehículos, sino también su entorno logístico. No se trata de retroceder, sino de avanzar con precaución y responsabilidad.
¿Impacto ambiental a la vista?
Aparte de las pérdidas económicas, hay otro factor alarmante: el riesgo ambiental. Si el Morning Midas termina hundido con sus baterías a bordo, podría haber una liberación masiva de contaminantes al océano, afectando gravemente el ecosistema marino.
El litio, el níquel y otros compuestos presentes en las baterías podrían filtrarse durante años, generando un impacto silencioso, pero devastador.
Normativas internacionales: ¿están al día?
La Organización Marítima Internacional (IMO) aún no ha actualizado sus regulaciones para abordar específicamente el transporte de autos eléctricos. Esto deja un vacío legal que podría ser peligroso. La necesidad de protocolos internacionales estandarizados nunca ha sido tan urgente como ahora.
¿El principio de una tendencia?
Todo indica que el incendio del Morning Midas no será un caso aislado, sino un síntoma de una crisis latente. Las aseguradoras ya comienzan a ajustar sus criterios de cobertura, mientras los fabricantes de autos presionan por soluciones que eviten más interrupciones logísticas.
Aprendizajes y próximos pasos
Lo que deja este siniestro no es solo una lección de logística, sino un aviso de seguridad global. El futuro eléctrico no puede permitirse más errores como este. Hay que repensar cada etapa: desde la carga, el almacenamiento, hasta los protocolos de emergencia.

Solo con un enfoque integral podremos evitar que tragedias como esta se repitan.
El incendio del Morning Midas pone en evidencia que la transición hacia la movilidad eléctrica exige mucho más que innovación automotriz. Necesitamos infraestructura segura, protocolos actualizados y regulaciones robustas para que el transporte marítimo esté a la altura del reto.
Porque si no somos capaces de transportar el futuro de manera segura, ese futuro podría acabar… en llamas.