¿Alguna vez te has detenido a pensar cuánto vale tu tiempo cuando hablas de movilidad? En la era eléctrica, los minutos ya no se miden solo en kilómetros recorridos, sino en años de eficiencia, sostenibilidad y tranquilidad. Hoy, los vehículos eléctricos no solo transforman la forma de conducir, sino también la manera de entender el paso del tiempo.
La gran pregunta ya no es cuánto tardas en cargar tu vehículo, sino cuánto te devuelve esa inversión a lo largo de su vida útil. Y ahí es donde los tiempos de carga vs. tiempos de vida de los vehículos eléctricos entran en una ecuación fascinante.
- La nueva ecuación del tiempo: minutos que se convierten en años
- Tiempos de carga: más que una espera, una oportunidad
- Tiempos de vida: la verdadera ganancia de los eléctricos
- La infraestructura de carga en Colombia: creciendo al ritmo de la demanda
- Deepal S05 y S07: cuando la tecnología se adapta al ritmo humano
- El tiempo como lujo: vivir mejor, no solo moverse más rápido
- La sostenibilidad como inversión en el futuro

La nueva ecuación del tiempo: minutos que se convierten en años
Un vehículo eléctrico moderno puede recuperar hasta 300 km de autonomía en solo 30 minutos con una carga rápida. ¡Impresionante!, ¿verdad? Pero lo más interesante es cómo esta dinámica redefine el concepto de espera.
Antes, llenar un tanque era un acto rutinario de cinco minutos; hoy, la carga eléctrica se convierte en un momento de pausa: tiempo para responder correos, tomar un café o simplemente respirar.
El Ministerio de Minas y Energía y la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) revelan que en Colombia ya circulan más de 58.000 vehículos eléctricos e híbridos en 2025, un aumento del 247 % frente al año anterior. Esta cifra no solo marca un récord, sino que confirma que los usuarios están adoptando un nuevo ritmo de vida, guiado más por la eficiencia energética que por la velocidad del repostaje.
Tiempos de carga: más que una espera, una oportunidad
Uno de los grandes mitos de la movilidad eléctrica gira en torno a los tiempos de carga. Muchos creen que esperar horas para tener el vehículo listo es un obstáculo, pero la realidad es muy distinta.
Con las cargas rápidas, los vehículos alcanzan el 80 % de su batería en tan solo 20 a 60 minutos, mientras que una carga doméstica puede tardar entre 8 y 20 horas, dependiendo del tipo de cargador y capacidad de la batería.
Sin embargo, esta aparente “espera” se está reinterpretando. Hoy, ese tiempo se convierte en una oportunidad para reorganizar el día, descansar o incluso trabajar mientras el auto se carga. Muchos usuarios ya integran este proceso como parte natural de su rutina, aprovechando cada recarga como un momento de conexión con su entorno.
Tiempos de vida: la verdadera ganancia de los eléctricos
Mientras algunos se preocupan por los minutos de carga, los verdaderos conocedores miran el panorama completo: los años de vida útil del vehículo. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), las baterías modernas mantienen hasta el 90 % de su capacidad tras ocho años de uso.
Además, los costos de reemplazo han caído más del 80 % desde 2013, lo que convierte a los eléctricos en una inversión cada vez más atractiva.
Pero eso no es todo. Un vehículo eléctrico ofrece mantenimiento simplificado:
- No requiere cambios de aceite.
- No utiliza correas ni transmisiones complejas.
- Presenta menos piezas móviles, lo que se traduce en menos desgaste y mayor durabilidad.
El resultado: más tiempo de vida útil y menos tiempo en el taller. Como dice Juan Carlos López, Gerente General de Changan y Deepal Colombia, “hablar de tiempos en movilidad eléctrica es hablar de calidad de vida”. Y tiene toda la razón.

La infraestructura de carga en Colombia: creciendo al ritmo de la demanda
En 2025, Colombia cuenta con más de 2.000 puntos públicos de carga, un crecimiento del 40 % en comparación con 2024, según datos de la UPME del Ministerio de Minas.
Las principales ciudades lideran este cambio con estaciones rápidas y ultrarrápidas, capaces de recuperar gran parte de la autonomía en menos de una hora.
Pero más allá de la cantidad de cargadores, el verdadero cambio está ocurriendo en la mentalidad de los usuarios. Ya no se trata de “esperar a que cargue el auto”, sino de integrar la carga en la rutina diaria. Es la era en que la tecnología se adapta al estilo de vida, no al revés.
Deepal S05 y S07: cuando la tecnología se adapta al ritmo humano
En este contexto, los nuevos Deepal S05 y S07 llegan como respuesta inteligente a la ecuación tiempos de carga vs. tiempos de vida vehículos eléctricos.
Ambos modelos incorporan la tecnología EREV (Electric Range Extended Vehicle) o rango extendido enchufable, que combina la propulsión 100 % eléctrica con un generador a gasolina que recarga la batería mientras se conduce.
El resultado es impresionante:
- Autonomía combinada superior a los 1.000 kilómetros.
- Eliminación de la “ansiedad por autonomía”.
- Menor dependencia de los puntos de carga públicos.
Esta innovación no solo optimiza el tiempo, sino que redefine la libertad de movimiento. El usuario ya no se preocupa por el cargador más cercano, sino que disfruta de una experiencia de conducción continua, silenciosa y sostenible.
El tiempo como lujo: vivir mejor, no solo moverse más rápido
En un mundo acelerado, los vehículos eléctricos proponen una pausa consciente. Mientras la sociedad busca hacer todo “más rápido”, la movilidad eléctrica invita a hacerlo mejor.
Los minutos de carga, antes vistos como una desventaja, se transforman en un espacio de reconexión personal, una oportunidad para equilibrar productividad y bienestar.
De hecho, muchos usuarios aseguran que la transición hacia un vehículo eléctrico les ha permitido organizar mejor su tiempo, reducir el estrés y vivir con mayor conciencia ambiental. Lo que antes era solo movilidad, hoy es una experiencia integral.

La sostenibilidad como inversión en el futuro
El impacto ambiental también se mide en tiempo. Cada carga eléctrica representa menos emisiones, menos ruido y menos dependencia de combustibles fósiles.
Además, la tecnología de las baterías está evolucionando hacia materiales más reciclables y duraderos, reduciendo aún más la huella ecológica.
Los fabricantes están apostando por ciclos de vida extendidos, donde las baterías, al final de su uso automotriz, se reutilizan en sistemas de almacenamiento de energía domésticos o industriales. En otras palabras, el tiempo de vida de un vehículo eléctrico no termina cuando deja de rodar, sino que continúa alimentando al mundo de manera limpia.




