Un diseño moderno… que resultó ser un retroceso
En plena carrera por parecer más tecnológicos y futuristas, los fabricantes automotrices comenzaron a sustituir los botones tradicionales por pantallas táctiles y superficies hápticas. En ese camino, Volkswagen no solo se subió al tren, sino que lo condujo a toda velocidad… hacia una muralla de críticas.
¿El resultado? Interfaces confusas, mandos que obligaban a apartar la vista de la carretera y controles sensibles al tacto que fallaban justo cuando más se necesitaban.
¿Qué decisiones fueron las más criticadas?
- Sustitución de botones físicos por superficies táctiles en el sistema de climatización.
- Controles hápticos en el volante, sin retroalimentación precisa.
- Eliminación de mandos físicos para funciones esenciales como el volumen o las luces de emergencia.
- Ausencia de retroiluminación en algunos mandos, dificultando su uso nocturno.
Todo esto, lejos de impresionar, generó frustración entre los usuarios, que reclamaban una experiencia de conducción más simple, directa y segura.

“Nunca más lo haremos”: el mea culpa de Volkswagen
Lo que parecía imposible hace unos años ha sucedido. El propio Andreas Mindt, jefe de diseño de la marca, lo ha admitido públicamente: “Fue un error que no volveremos a cometer”.
Mindt fue categórico: “Es un auto, no un teléfono”. Con esa frase resumió la desconexión entre la experiencia digital y la experiencia de conducción real.
A partir de ahora, todos los modelos futuros de Volkswagen incluirán botones físicos para las funciones principales. Esta decisión marca un cambio radical en la estrategia de diseño y busca reconectar con las verdaderas necesidades del conductor.
El regreso de los botones comienza con el ID.2all
El primero en materializar este nuevo enfoque será el Volkswagen ID.2all, el compacto eléctrico que promete democratizar la movilidad cero emisiones dentro del grupo.
Este modelo, que llegará al mercado en 2026, ya cuenta con un salpicadero completamente rediseñado, en el que destacan cinco mandos físicos dedicados:
- Volumen del sistema multimedia
- Temperatura del conductor
- Temperatura del copiloto
- Velocidad del ventilador
- Activación de luces de emergencia
Estos controles se ubicarán en una posición accesible y ofrecerán retroalimentación real, es decir, el usuario los podrá sentir y manipular sin tener que mirar.
¿Significa esto el fin de las pantallas? No exactamente
Es importante aclarar que Volkswagen no está eliminando las pantallas, sino redefiniendo su papel en la interfaz del vehículo.
¿Cómo será la nueva distribución de mandos?
- Las funciones esenciales y frecuentes tendrán botones físicos.
- Las funciones secundarias permanecerán en el sistema digital.
- La pantalla se mantendrá para necesidades obligatorias como la cámara de reversa (requerida por ley en países como EE.UU.)
Este equilibrio busca ofrecer lo mejor de ambos mundos: comodidad digital sin sacrificar seguridad ni ergonomía.
¿Por qué fracasó la idea de los controles táctiles?
Los sistemas hápticos no lograron igualar la simpleza de los mandos físicos. Aunque eran visualmente modernos, su implementación fue deficiente. Algunos motivos del fracaso incluyen:
- Falta de precisión al operar.
- Necesidad de apartar la vista del camino.
- Errores frecuentes al tocar superficies sin relieve.
- Aprendizaje lento por parte del usuario promedio.
Los conductores no quieren jugar con menús o deslizar el dedo para bajar la temperatura. Quieren apretar un botón y ya.
La industria automotriz: ¿aprendiendo de los errores?
Volkswagen no está sola en esta autocrítica. Otros fabricantes como Ford, Honda y BMW también han comenzado a reintroducir botones físicos en algunos modelos.
Parece que la tendencia de copiar a Tesla sin un análisis profundo ha tocado fondo. La realidad es clara: el diseño debe adaptarse a la experiencia de conducción, no al diseño de un smartphone.
¿Qué podemos esperar en los futuros modelos de Volkswagen?
Según Andreas Mindt, la decisión no es temporal ni limitada a ciertos modelos. Es un nuevo estándar de diseño que se aplicará en:
- Vehículos eléctricos como el ID.2all, ID.3 y futuros ID.7
- Versiones térmicas renovadas en Europa
- Modelos globales pensados para mercados emergentes
Incluso se está considerando revisar modelos actuales para incorporar botones físicos mediante rediseños o restylings.

El impacto en la experiencia de conducción
Esta nueva filosofía traerá varios beneficios directos:
- Mayor seguridad al no tener que desviar la atención de la carretera.
- Mayor facilidad de uso especialmente para personas mayores o con poca familiaridad con sistemas digitales.
- Mejor control en situaciones adversas, como manejar de noche o en climas fríos.
- Reducción de errores y acciones involuntarias.
¿Qué opinan los usuarios?
Las primeras reacciones son sumamente positivas. Muchos conductores sienten que por fin una marca escucha sus necesidades reales y no las impone desde una burbuja tecnológica.
Comentarios recurrentes destacan frases como:
- “¡Por fin! Extrañaba los botones de verdad.”
- “Menos pantallas, más sentido común.”
- “¡Bravo, Volkswagen! Escuchar al cliente siempre es la mejor innovación.”
Conclusión
Volkswagen ha cometido errores, como todos. Pero ha hecho algo que muchas marcas todavía no se atreven: reconocerlo públicamente y corregirlo con determinación.
La vuelta de los botones físicos no es un retroceso. Es una reconciliación con la lógica, la funcionalidad y, sobre todo, con la experiencia del usuario.
Con el ID.2all como punta de lanza, esta nueva filosofía promete redefinir cómo interactuamos con nuestros vehículos. Porque sí, un auto puede ser moderno, pero sin olvidar que conducir es un acto físico, no solo digital.