¿Qué pasaría si el icónico Polo regresara, pero totalmente eléctrico y sin dejar rastro del “ID”? Esa es justamente la gran apuesta de Volkswagen, y no, no estamos hablando de un simple cambio de nombre. Lo que la firma alemana está cocinando podría transformar por completo el mercado de los vehículos eléctricos urbanos. ¿Será este el punto de inflexión que muchos esperaban? Quédate con nosotros, porque lo que viene es pura revolución automotriz.

Volkswagen da un giro radical: del ID.2 al Polo eléctrico
En un movimiento que pocos vieron venir, Volkswagen planea eliminar la denominación “ID” de su familia de eléctricos a partir de 2026. Esto no es solo un cambio estético o de marketing. Es una jugada estratégica con un objetivo claro: acercarse al gran público y simplificar su gama de modelos.
Martin Sander, miembro del consejo de administración de la marca, lo dejó claro: la nueva era de Volkswagen no necesita prefijos futuristas para conquistar al usuario. Al contrario, busca apoyarse en nombres clásicos, familiares y cargados de historia como Polo, Golf o Passat, lo que también les permitirá competir de tú a tú con marcas que siguen recurriendo a denominaciones tradicionales.
Y aquí es donde entra nuestro protagonista: el actual Volkswagen ID.2, que dejará de lado su etiqueta “ID” para convertirse en el nuevo Volkswagen Polo eléctrico. Un modelo que no solo será clave para el segmento B, sino que también representará la entrada a la electrificación real y masiva en Europa.
Un nuevo Polo con alma eléctrica: plataforma MEB Entry y 400 km de autonomía
El futuro Polo eléctrico no será una adaptación improvisada. Estará desarrollado desde cero sobre la nueva plataforma MEB Entry, una arquitectura específica para vehículos eléctricos compactos. Gracias a esta base, se espera un comportamiento dinámico muy equilibrado, pero sin sacrificar el precio accesible, uno de los pilares de esta estrategia.
Entre sus características más destacadas encontramos:
- Dimensiones aproximadas de 4,05 metros, ideal para uso urbano y trayectos interurbanos.
- Tracción delantera con enfoque práctico y eficiente.
- Baterías con capacidad de hasta 56 kWh, lo que se traduce en más de 400 kilómetros de autonomía WLTP.
- Tiempo de carga optimizado gracias a un sistema de carga rápida CCS.
Volkswagen promete que este Polo eléctrico no será un modelo descafeinado. Al contrario, contará con versiones potentes que podrían alcanzar hasta 226 caballos (166 kW), situándose como uno de los vehículos más prestacionales de su categoría. Sí, así como lo lees: un eléctrico urbano con espíritu de GTI.
Polo GTI eléctrico: deportividad y cero emisiones
¿Quién dijo que un utilitario eléctrico no puede ser emocionante? Volkswagen tiene planes muy ambiciosos para la versión más radical del futuro Polo, que adoptará el emblema GTI. Este sello, sinónimo de deportividad accesible desde los años 70, se reinventa sin perder su ADN, ahora con aceleraciones instantáneas, cero emisiones y una estética más agresiva.
Aunque todavía no se han revelado todos los detalles, ya se anticipa que el Polo GTI eléctrico:
- Alcanzará los 226 caballos de potencia.
- Incluirá suspensiones deportivas y una configuración de chasis específica.
- Contará con un diseño exterior más agresivo, con detalles en rojo y llantas exclusivas.
- Ofrecerá modos de conducción personalizados, ajustando la entrega de potencia, el tacto de dirección y la respuesta del acelerador.
El resultado será un vehículo urbano con alma de deportivo, pero sin renunciar a la eficiencia y al confort que los conductores esperan en el día a día.

Precio competitivo, pero sin guerras de descuentos
Volkswagen ha aprendido de los errores cometidos por otros fabricantes en la transición eléctrica. Mientras en mercados como China se libra una verdadera guerra de precios entre fabricantes, la casa alemana ha decidido apostar por una estrategia más equilibrada: ofrecer productos de calidad con precios razonables, pero sin entrar en una carrera por el margen cero.
El futuro Polo eléctrico tendrá un precio base de alrededor de 25.000 euros, lo que lo situaría como uno de los vehículos eléctricos más asequibles del mercado europeo con estas características. Eso sí, sin comprometer elementos clave como:
- Seguridad activa y pasiva de última generación.
- Tecnología de infoentretenimiento actualizada.
- Sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) como el control de crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia y mantenimiento de carril.
En resumen, Volkswagen no quiere ser el más barato, quiere ser el más deseado en su segmento.