¿Sabías que en Bakú los neumáticos pueden pasar de 90 °C a apenas 40 °C en cuestión de segundos? Esa montaña rusa de temperaturas es solo una de las razones por las que el Gran Premio de Azerbaiyán 2025 promete convertirse en una de las carreras más impredecibles del calendario. Y ojo, porque el C6 está de vuelta en el asfalto del Mar Caspio, añadiendo aún más emoción a una cita donde cada detalle cuenta.
El cierre europeo y la llegada a Bakú
La temporada europea de Fórmula 1 ya es historia. El campeonato entra en su último tercio con un viaje a la llamada Ciudad de los Vientos. Bakú no es solo la capital de Azerbaiyán, sino también la urbe más grande del Mar Caspio y del Cáucaso. Desde 2016 se corre allí de forma ininterrumpida, salvo en 2020 por la pandemia.
Un dato curioso: la primera edición fue bautizada como Gran Premio de Europa, aunque el país está situado en Asia. Esa mezcla cultural y geográfica se refleja también en el circuito, que combina calles estrechas de su casco antiguo con rectas infinitas que invitan a pisar a fondo.

Los compuestos: regresa el C6
Pirelli trae este año su selección más blanda de neumáticos. Y eso significa que el C6 regresa como Blando, después de haber aparecido en Imola, Mónaco y Montreal. La combinación será la siguiente:
- C6 → Blando
- C5 → Medio
- C4 → Duro
En 2024, con una gama más dura, todo apuntaba a una estrategia de una sola parada. Sin embargo, este año hay margen para dos detenciones, gracias a la evolución de los compuestos y a la capacidad que los equipos han demostrado en la gestión de neumáticos.
Aunque se trata de un circuito urbano, no olvidemos que en Bakú las rectas largas y los picos de velocidad generan cargas verticales muy fuertes sobre las gomas. Y ahí es donde la estrategia puede decidirse en un abrir y cerrar de ojos.

Lo que vimos en 2024
El año pasado, 14 pilotos salieron con el C4 (Medio) y el resto con el C3 (Duro). Entre los diez primeros, solo Lando Norris y Alexander Albon se animaron con la goma más dura.
La carrera estaba planteada para una única parada, pero los imprevistos cambiaron el guion. Lance Stroll tuvo un pinchazo y Max Verstappen arriesgó con una segunda detención en busca de la vuelta rápida. Pierre Gasly, por su parte, estiró al máximo su stint con el Duro, rodando 50 vueltas antes de cambiar a los Blandos justo al final.
Este ejemplo muestra que Bakú siempre guarda un as bajo la manga.
El circuito urbano más extremo
El Circuito de Bakú mide 6,003 kilómetros y combina modernidad con historia. Son 20 curvas en total, muchas de ellas de 90 grados. La recta principal es amplia, con espacio suficiente para ver hasta tres autos en paralelo.
Pero no todo es amplitud. La curva 8, dentro del casco antiguo, apenas llega a siete metros de ancho, lo que convierte a esa sección en una trampa mortal para cualquier error. Como buen circuito urbano, el margen de fallo es mínimo, y el Safety Car suele ser protagonista frecuente.
En cuanto a velocidades, aquí se da un contraste único. En 2016, Valtteri Bottas alcanzó una punta de 378 km/h, la más alta registrada en un fin de semana de F1. Sin embargo, hay sectores donde se rueda a apenas 60 km/h. Este contraste obliga a los ingenieros a buscar un equilibrio complicado entre carga aerodinámica y velocidad punta.

El reto del enfriamiento
En el Gran Premio de Azerbaiyán, la gestión del enfriamiento de los neumáticos es uno de los mayores retos técnicos. Los compuestos experimentan variaciones extremas, pasando de 90 °C en zonas estrechas a 40 °C en la recta principal. Este cambio súbito puede provocar bloqueos inesperados al frenar, sobre todo en clasificación o en relanzamientos tras un Safety Car.
Los edificios cercanos al circuito y el viento característico de la ciudad complican aún más el escenario, generando zonas de sombra que reducen la temperatura del asfalto. Todo esto hace de Bakú un auténtico laboratorio para los equipos.

Las estadísticas no mienten
En ocho ediciones, siete pilotos distintos han logrado la victoria en Bakú. Solo Sergio “Checo” Pérez repitió, ganando en 2021 y 2023. Su equipo, Red Bull, acumula cuatro triunfos, mientras que Mercedes lidera con tres y McLaren se apuntó la última con Oscar Piastri en 2024.
Las poles, en cambio, tienen un dueño casi absoluto. Charles Leclerc ha sido el más rápido en clasificación durante cuatro años seguidos (2021-2024). Incluso en temporadas donde Ferrari no parecía tener ritmo de una vuelta, el monegasco sacó la magia en Bakú.
En cuanto a podios, Pérez suma cinco, más que nadie. Y en la lucha entre equipos, Mercedes lidera con 7 podios, seguido por Red Bull con 6 y Ferrari con 5.

Pirelli y la Fórmula 1
La marca italiana no solo fabrica neumáticos, también forma parte de la historia del automovilismo. Desde 1872, Pirelli ha combinado innovación, sostenibilidad y pasión por la velocidad.
Su lema “de la carrera a la carretera” refleja cómo la experiencia en campeonatos como la Fórmula 1, Fórmula 2, Fórmula 3 o el GT World Challenge se traslada a los autos de calle. Con más de 350 campeonatos en activo y el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2030, Pirelli se mantiene como protagonista absoluto en el deporte motor.