¿Estamos ante el mayor cambio en la historia reciente del sector automotriz regional? La respuesta podría ser un rotundo sí. A partir de 2026, Volkswagen pondrá en marcha un ambicioso plan de electrificación en Sudamérica, marcando un antes y un después en la movilidad de Brasil, Argentina y toda la región.
Pero detrás del anuncio hay mucho más que autos eléctricos: hay una estrategia industrial, una visión sostenible y una revolución tecnológica que promete transformar la manera en que nos movemos, producimos y exportamos vehículos.
- El punto de partida: 2026, el año clave para Volkswagen en Sudamérica
- Plataforma MQB37 y el primer modelo híbrido HEV Flex
- Inversión histórica: US$ 430 millones para impulsar la electrificación
- La ingeniería brasileña al frente de la transformación
- La era de la conectividad y la seguridad inteligente
- El portafolio más seguro de América Latina
- Un futuro sustentable: electrificación, biocombustibles y carbono neutralidad
- El compromiso con la industria nacional y la integración regional
- Democratizar la electrificación: la visión detrás del plan
- Volkswagen y la fuerza de Sudamérica
- Una inversión con impacto social y económico
El punto de partida: 2026, el año clave para Volkswagen en Sudamérica
A partir de 2026, todos los nuevos modelos desarrollados y producidos por Volkswagen en Sudamérica incluirán versiones electrificadas. Esto significa que cada lanzamiento regional contará con alternativas híbridas, híbridas ligeras (mild hybrid) o híbridas enchufables (plug-in hybrid).
Este movimiento marca el inicio de una nueva era de electrificación para Volkswagen do Brasil, y se alinea con la estrategia global del grupo alemán de convertirse en una compañía carbono neutral para 2050, en cumplimiento con los objetivos del Acuerdo de París.
La revolución no es solo tecnológica; es también cultural. El compromiso de Volkswagen con la sostenibilidad se refleja en una visión de largo plazo: democratizar la electrificación en el continente y garantizar que las tecnologías avanzadas sean accesibles para todos los conductores.

Plataforma MQB37 y el primer modelo híbrido HEV Flex
El primer paso tangible de este plan será la producción del primer vehículo basado en la plataforma MQB37, que se fabricará en la planta Anchieta, en São Bernardo do Campo (São Paulo). Este modelo incorporará un sistema de propulsión HEV Flex, una tecnología que combina energía eléctrica e impulsión con biocombustibles, adaptada a las condiciones y recursos de la región.
Con esta innovación, Volkswagen logra aprovechar el potencial de los biocombustibles brasileños, ofreciendo una solución sostenible que equilibra autonomía, rendimiento y respeto por el medio ambiente.
Además, la compañía confirma que los vehículos Total Flex seguirán formando parte del portafolio, asegurando así una transición energética gradual y realista para los consumidores locales.
Inversión histórica: US$ 430 millones para impulsar la electrificación
El anuncio se fortalece con la obtención de una línea de crédito de US$ 430 millones por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Este financiamiento permitirá acelerar la producción y el desarrollo de vehículos híbridos en todas sus modalidades, además de fomentar la investigación en tecnologías de electrificación, conectividad y seguridad avanzada.
De acuerdo con Ciro Possobom, presidente y CEO de Volkswagen do Brasil, esta inversión representa “una transición energética y tecnológica que impulsa la industria nacional, genera empleo y fortalece la economía”.
Y no es una frase vacía: esta inversión se suma a los US$ 3,7 mil millones que la marca destinará en Sudamérica hasta 2028, dentro de una ofensiva de 21 nuevos modelos, de los cuales 10 ya fueron lanzados.
La ingeniería brasileña al frente de la transformación
El papel de la ingeniería local será decisivo en esta nueva etapa. Brasil y Argentina se consolidan como centros de desarrollo para tecnologías híbridas y de conectividad adaptadas a las necesidades regionales.
La planta Anchieta, con más de 65 años de historia, será el corazón de esta revolución eléctrica. Desde allí, se desarrollarán soluciones de propulsión avanzadas que combinan inteligencia artificial, eficiencia energética y diseño alemán con ADN latinoamericano.
Volkswagen, además, reafirma su compromiso con el empleo y la industria local. Cada avance tecnológico será producido en territorio sudamericano, impulsando cadenas de valor locales y fortaleciendo la posición de Brasil como líder en exportaciones automotrices, con más de 4,4 millones de unidades exportadas a 147 mercados desde 1970.
La era de la conectividad y la seguridad inteligente
No se trata solo de electrificación. Volkswagen también está impulsando el desarrollo de tecnologías ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor) y de conectividad inteligente en sus nuevos modelos.
Estas innovaciones permitirán a los vehículos prevenir accidentes, mejorar la experiencia de conducción y ofrecer sistemas de infoentretenimiento más intuitivos y personalizados. Todo esto apunta a democratizar la tecnología, haciendo accesibles los estándares de seguridad y confort que antes estaban reservados a vehículos de gama alta.
El portafolio más seguro de América Latina
Volkswagen ostenta actualmente el portafolio más seguro de América Latina, con el mayor número de vehículos que han alcanzado la máxima calificación de seguridad (5 estrellas) en las pruebas de Latin NCAP.
Entre ellos destacan el Tera, Nivus, Virtus, T-Cross, Jetta y Taos, todos disponibles en mercados como Colombia, Brasil y Argentina.
Este logro no solo posiciona a Volkswagen como una marca de referencia en seguridad, sino también como un símbolo de confianza y tecnología responsable en la región.
Un futuro sustentable: electrificación, biocombustibles y carbono neutralidad
El plan de Volkswagen electrificación Sudamérica 2026 es parte de una estrategia más amplia orientada a la neutralidad de carbono para 2050.
A través del uso combinado de biocombustibles, energía eléctrica y materiales sostenibles, la compañía busca reducir la huella ambiental sin comprometer la autonomía ni el rendimiento.
En otras palabras, Volkswagen no está apostando solo por autos eléctricos, sino por un ecosistema integral de movilidad sostenible, donde cada componente —desde la cadena de suministro hasta el reciclaje de baterías— tenga un impacto positivo.

El compromiso con la industria nacional y la integración regional
El anuncio de electrificación representa también una alianza estratégica entre el sector público y privado. La participación del BNDES, junto con el apoyo del gobierno brasileño, demuestra que la movilidad sostenible puede convertirse en un motor de desarrollo económico.
Rafael Teixeira, CFO de Volkswagen Sudamérica, subrayó que esta operación “refuerza el compromiso con una nueva industria nacional: más innovadora, verde y conectada con las cadenas globales de valor”.
En la práctica, esto significa mayores exportaciones, empleos calificados y transferencia de tecnología, consolidando a la región como un polo de innovación automotriz.
Democratizar la electrificación: la visión detrás del plan
Volkswagen no busca que la electrificación sea un lujo, sino un derecho de acceso. Su objetivo es que todos los consumidores, sin importar el segmento o el país, puedan acceder a vehículos híbridos y eléctricos confiables y asequibles.
Esto se traduce en precios competitivos, una infraestructura de recarga adaptada al contexto regional, y una amplia gama de modelos diseñados para distintos tipos de usuarios, desde autos urbanos hasta SUV familiares.
Volkswagen y la fuerza de Sudamérica
La compañía confía plenamente en la fuerza industrial y creativa de Sudamérica. Durante décadas, Brasil y Argentina han sido piezas clave en el desarrollo global de Volkswagen.
Hoy, esa experiencia se transforma en liderazgo tecnológico. La región no solo producirá vehículos, sino que liderará proyectos de electrificación y digitalización para todo el hemisferio sur.
Una inversión con impacto social y económico
Además de su enfoque ambiental, la electrificación también tiene un fuerte impacto social. La modernización de las plantas, la capacitación de profesionales y la incorporación de nuevas tecnologías crean empleos de alta especializacióny fortalecen la cadena automotriz en todos los niveles.
Cada paso que Volkswagen da en esta dirección impulsa la transformación energética y digital de Sudamérica, con beneficios que trascienden la industria automotriz.



