banner willarBanner Baterias Willard

Jaguar F-Pace Descontinuado y dice adiós a los motores de combustión

Alberto Garcia - Gravatar
Alberto García - Periodista Automotriz
8 min de Lectura

¿Cómo una marca legendaria decide apagar sus motores sin tener aún un relevo en la calle?
Esa es la pregunta que hoy rodea a Jaguar, una firma histórica que acaba de cerrar uno de los capítulos más importantes de su trayectoria. El F-Pace descontinuado no solo marca el final de un modelo exitoso. Además, simboliza el adiós definitivo a los motores de combustión y deja a la marca británica sin vehículos en producción. Sí, sin ninguno. Nosotros analizamos qué ocurrió, por qué pasó y qué riesgos asume Jaguar en este salto al vacío eléctrico.

El Jaguar F-Pace descontinuado marca el final de los motores de combustión en la marca británica. Con esta decisión, Jaguar se queda temporalmente sin modelos en producción y apuesta todo a su relanzamiento eléctrico previsto para 2027.

El final del F-Pace y un momento histórico para Jaguar

El F-Pace descontinuado llega en un contexto complejo. Jaguar atraviesa una transformación profunda, casi quirúrgica. La marca confirmó que la última unidad del SUV salió de la planta de Solihull. Desde ese instante, Jaguar dejó de fabricar autos para cualquier mercado global.

Este movimiento no fue improvisado. Sin embargo, sí resulta impactante. El F-Pace era el último modelo con motor térmico. Al despedirse de él, Jaguar apaga definitivamente los motores de combustión. La transición eléctrica ya no es discurso. Ahora es una realidad cruda, sin productos intermedios.

Nos encontramos ante un hecho inédito. Una marca activa, con historia y prestigio, pero sin gama disponible. Un silencio industrial que genera inquietud, expectativa y muchas dudas.

Jaguar se queda sin producción activa por primera vez

Con el F-Pace descontinuado, Jaguar entra en una etapa inédita. La firma sigue existiendo, pero no produce vehículos. No hay sedanes, no hay SUV, no hay deportivos. Nada. La línea quedó en blanco.

La planta de Solihull ahora se dedica exclusivamente a modelos Range Rover, dentro del grupo Jaguar Land Rover. Jaguar, como marca, entra en modo espera. Una pausa total que se extenderá varios años.

Este vacío productivo no tiene precedentes recientes. Otras marcas electrificaron gradualmente. Jaguar decidió cortar de raíz. La apuesta es radical. El riesgo, enorme. El objetivo, reinventarse desde cero.

Jaguar en Problemas

El F-Pace: el SUV que cambió la historia de Jaguar

Cuando el F-Pace debutó en 2016, muchos dudaron. Jaguar nunca había tenido un SUV. Sin embargo, el mercado hablaba claro. El público premium quería altura, versatilidad y presencia.

El F-Pace entendió ese mensaje mejor que nadie. En pocos años se convirtió en el modelo más vendido de Jaguar. Fue el pilar comercial de la marca durante casi una década. Mientras las berlinas perdían terreno, el SUV sostenía la estructura financiera.

En muchos países, el F-Pace fue Jaguar. Sin él, la marca habría sufrido aún más. Por eso, su despedida pesa tanto. No es solo un producto. Es el símbolo de supervivencia reciente.

Más de 300.000 unidades y un legado comercial clave

Jaguar comercializó más de 300.000 unidades del F-Pace en menos de diez años. Esa cifra resulta enorme para una marca de volumen limitado. El SUV permitió financiar operaciones, mantener concesionarios y sostener la imagen global.

En mercados como Estados Unidos, China y Europa, el F-Pace era el rostro visible de Jaguar. Representaba modernidad, diseño y deportividad práctica. Sin él, la gama perdió sentido.

Por eso, el F-Pace descontinuado no es solo una decisión técnica. Es un quiebre estratégico. Jaguar renuncia a su mayor éxito reciente para apostar a un futuro todavía intangible.

La despedida simbólica: el F-Pace SVR final

Para cerrar el ciclo, Jaguar eligió un gesto cargado de emoción. La última unidad fabricada fue un Jaguar F-Pace SVR. La versión más extrema, potente y pasional del SUV.

Este ejemplar fue pintado en negro. El mismo color del último E-Type producido en 1974. Nada fue casual. Ese F-Pace SVR no será vendido. Pasará al Jaguar Heritage Trust, en Gaydon.

Allí quedará como testigo de una era. Un recordatorio del último rugido térmico de Jaguar. Una despedida elegante, aunque melancólica, para los amantes de la marca.

Jaguar dice adiós a los motores de combustión

Con el F-Pace fuera de escena, Jaguar abandona definitivamente los motores de combustión. No habrá híbridos transitorios. No habrá extensiones de vida. El corte es total.

Este movimiento alinea a la marca con su visión eléctrica absoluta. Jaguar quiere renacer como fabricante exclusivamente eléctrico. Sin ataduras al pasado técnico.

Sin embargo, el precio es alto. Durante varios años, Jaguar no tendrá presencia en el mercado. No habrá ventas, ni lanzamientos, ni renovación constante. Solo promesas y desarrollo interno.

El proyecto X900 y el futuro eléctrico de Jaguar

El regreso de Jaguar tiene nombre interno: X900. Será un gran GT eléctrico, de enfoque ultra premium. Su lanzamiento no está previsto antes de 2027.

Este modelo será el estandarte de la nueva identidad. Contará con tres motores eléctricos, tracción integral y reparto de par variable. La potencia superará los 1.000 Caballos.

Los prototipos ya circulan en pruebas. El diseño evoluciona respecto al concepto inicial. Jaguar busca impacto visual, exclusividad y tecnología de punta. No quiere competir en volumen. Quiere competir en deseo.

Una estrategia arriesgada y una clientela nueva

La propia Jaguar reconoce el riesgo. Según la marca, solo el 15% de los compradores del nuevo ciclo provendrán de su base actual. Es una cifra alarmante y reveladora.

Eso significa que Jaguar acepta perder a la mayoría de sus clientes históricos. Busca un público nuevo, más joven, más tecnológico y dispuesto a pagar por exclusividad eléctrica.

Nosotros vemos aquí una jugada extrema. Si funciona, Jaguar renacerá como marca aspiracional eléctrica. Si falla, el golpe podría ser irreversible. No hay red de contención.

¿Puede sobrevivir Jaguar sin productos durante años?

La gran pregunta flota en el aire. ¿Puede una marca sobrevivir sin autos en producción durante tanto tiempo? Jaguar confía en su legado, su diseño y su futuro eléctrico.

Sin embargo, el mercado no espera. La competencia avanza rápido. Marcas nuevas nacen eléctricas. Otras se transforman sin detenerse. Jaguar eligió parar todo.

Este silencio puede generar expectativa. También puede generar olvido. La línea entre ambas cosas es delgada. El éxito dependerá del impacto real del X900.

Jaguar F Pace

El reposicionamiento total de una marca histórica

Jaguar no quiere ser lo que fue. Quiere ser otra cosa. Más exclusiva. Más tecnológica. Más disruptiva. El adiós a los motores de combustión es parte de esa narrativa.

El problema es el tiempo. Cuatro años sin productos es una eternidad en la industria automotriz. Mantener relevancia sin presencia comercial será el verdadero desafío.

Aun así, Jaguar apuesta todo. No hay medias tintas. No hay planes B visibles. El futuro será eléctrico o no será.

Comparte este artículo
Alberto Garcia - Gravatar
Periodista Automotriz
Seguir:
Comunicador Periodista y Comunicador Social, especializado en el sector automotor y Financiero con más de 7 años de experiencia en dicho sector.
No hay comentarios