¿Y si te dijera que hay jóvenes en Colombia que están a punto de cambiar su vida por completo… aunque todavía no lo saben? Justo ahí comienza la historia que hoy nos reúne. La Fundación Mazda, una de las iniciativas educativas más influyentes del sector automotriz en el país, regresa con un propósito renovado: impulsar el talento joven mediante becas completas en ingenierías y matemáticas gracias a su alianza con la Universidad de los Andes.
Y sí, lo que viene podría inspirar una transformación gigantesca.
- ¿Qué es la Fundación Mazda y por qué su regreso marca un antes y un después?
- Mazda y la Universidad de los Andes: una alianza que le cambia la vida a quienes sueñan en grande
- Una visión que va más allá de la educación
- Fundación Mazda: una trayectoria que vuelve con más fuerza que nunca
- ¿Qué cambia con esta nueva etapa? Mucho más de lo que imaginas
- Fundación Mazda: una beca que transforma vidas desde el primer semestre de 2026
- El propósito humano detrás de la Fundación Mazda
- Un camino que apenas comienza
- ¿Por qué este programa importa tanto para Colombia?
¿Qué es la Fundación Mazda y por qué su regreso marca un antes y un después?
La Fundación Mazda ha sido, desde sus inicios, una fuerza silenciosa pero poderosa en la promoción del conocimiento, el arte y la formación avanzada en Colombia. Su regreso, sin embargo, no es un simple anuncio corporativo. Es una declaración de futuro. Es la confirmación de que la educación puede mover más que un motor; puede mover destinos, abrir caminos y construir oportunidades donde antes solo había límites.
Desde sus primeras iniciativas, la Fundación apostó por disciplinas tan exigentes como la física teórica y las matemáticas. También se convirtió en una aliada vital para la música clásica en el país, con más de 200 conciertos patrocinados y actividades que aún resuenan en la memoria cultural.
Pero ahora, el foco se expande. La visión crece. Y el impacto promete multiplicarse.

Mazda y la Universidad de los Andes: una alianza que le cambia la vida a quienes sueñan en grande
La compañía japonesa, fiel a su filosofía centrada en las personas, reafirma su compromiso con Colombia al unir fuerzas con una de las universidades más reconocidas de Latinoamérica. Esta alianza tiene un propósito claro: transformar vidas mediante educación de excelencia, impulsando a jóvenes con alto desempeño académico que enfrentan retos económicos reales.
En esta nueva etapa, la Fundación Mazda ofrecerá becas completas a estudiantes que ingresen a programas de alto impacto como:
- Ingeniería civil
- Ingeniería industrial
- Ingeniería mecánica
- Ingeniería ambiental
- Ingeniería eléctrica
- Ingeniería electrónica
- Ingeniería de sistemas y computación
- Ingeniería en ciencia de datos
- Matemáticas
El motor detrás de esta iniciativa no es un automóvil; es el talento humano. Mazda entiende que el desarrollo del país depende de quienes se atrevan a diseñar, resolver, imaginar y construir. Por eso apuesta por áreas que, hoy más que nunca, definen el rumbo tecnológico del mundo.
Una visión que va más allá de la educación
Lo dijo Ángela López, presidente de Mazda de Colombia, con palabras que retumban por su claridad y poder: no se trata solo de vender autos. Se trata de inspirar, de acompañar a las nuevas generaciones y de mostrarles que sus sueños son posibles incluso en entornos complejos.
Este programa se convierte en un puente entre el presente y el futuro. Uno que permite que jóvenes de gran potencial desarrollen pensamiento crítico, fortalezcan su creatividad y tengan acceso a herramientas educativas que cambian vidas.
Mazda quiere ser parte de ese camino y, quién sabe, tal vez también parte de la historia profesional de esos futuros ingenieros.
Fundación Mazda: una trayectoria que vuelve con más fuerza que nunca
Aunque su relanzamiento esté generando titulares hoy, la Fundación Mazda no es nueva en el compromiso social. Más de dos décadas respaldan su impacto. Más de 400 personas ya han recibido apoyo gracias a sus programas educativos. Y más de 200 conciertos han acercado la música clásica a públicos de todas las regiones del país.
Su labor social no se limitó jamás a un solo campo. Al contrario, siempre entendió que la verdadera transformación nace de disciplinas diversas que dialogan y se potencian entre sí: la ciencia, la matemática, la tecnología, el arte.
Ahora, con su relanzamiento orientado a ingenierías y matemáticas, la apuesta crece para responder a los desafíos del siglo XXI.
¿Qué cambia con esta nueva etapa? Mucho más de lo que imaginas
La renovación de la Fundación Mazda simboliza una evolución estratégica. El país requiere profesionales capaces de crear soluciones sostenibles, innovar en movilidad, diseñar modelos matemáticos complejos, desarrollar tecnologías digitales y transformar el entorno con ideas disruptivas.
Esto es exactamente lo que la Fundación quiere promover:
- Un futuro con ingenieros visionarios.
- Matemáticos capaces de resolver problemas decisivos.
- Jóvenes que luego puedan trabajar en el sector automotriz colombiano o incluso en Mazda.
- Oportunidades reales de crecimiento profesional y social.
No es una beca más. Es una plataforma que nace del compromiso genuino de una marca que entiende su rol en la sociedad.
Fundación Mazda: una beca que transforma vidas desde el primer semestre de 2026
A partir del primer semestre de 2026, un nuevo grupo de becarios iniciará sus estudios en la Universidad de los Andes. Esto significa que la siembra empieza ahora, pero los frutos se verán durante décadas.
Cada estudiante seleccionado no solo accederá a un programa académico riguroso y de alto nivel. También tendrá la oportunidad de vincularse a proyectos, laboratorios, semilleros e incluso oportunidades laborales relacionadas con Mazda o con el sector automotriz.
Es un ciclo virtuoso: la educación impulsa el talento; el talento impulsa la industria; la industria impulsa al país.
El propósito humano detrás de la Fundación Mazda
Hay algo que distingue a Mazda de otras marcas. Y no es únicamente su diseño o su ingeniería automotriz, sino su visión profundamente humana. Para ellos, enriquecer la vida en movimiento significa impulsar sueños y acompañar procesos de transformación personal.
Por eso la Fundación vuelve con un mensaje contundente:
Las nuevas generaciones no están solas. Sus ideas importan. Su potencial merece oportunidades. Su aprendizaje es una inversión, no un gasto.
Y si el futuro del país depende de los jóvenes, entonces apostar por ellos es la decisión más inteligente.

Un camino que apenas comienza
Aunque esta iniciativa se remonta a un legado histórico, su dimensión actual abre puertas inéditas. Los estudiantes becados se convertirán en agentes de cambio. Sus proyectos podrán impactar industrias completas. Sus soluciones podrán resolver problemas que hoy ni siquiera imaginamos.
La Fundación Mazda no solo regresa: renace, se expande y se fortalece.
¿Por qué este programa importa tanto para Colombia?
Porque la educación sigue siendo la herramienta más poderosa para cerrar brechas.
Porque las ingenierías y las matemáticas son esenciales en un mundo dominado por la tecnología.
Porque el país necesita mentes creativas dispuestas a enfrentar desafíos ambientales, industriales, digitales y sociales.
Y, sobre todo, porque cuando una marca global como Mazda decide invertir en el talento colombiano, envía un mensaje claro: aquí hay futuro, aquí hay capacidad, aquí hay jóvenes listos para cambiar el mundo.



