¿Por qué una de las mayores inversiones automotrices en América Latina ha tenido retrasos? ¿Qué impacto tendrá en el mercado de autos eléctricos? La respuesta podría cambiar el panorama del sector por completo…
Una mega inversión que redefine la industria automotriz de Brasil
BYD, el gigante chino de la movilidad eléctrica, está dando un paso sin precedentes en su expansión internacional. Y lo hace a lo grande: con su mayor inversión fuera de China, en el corazón industrial de Bahía, Brasil. Pero, a pesar del entusiasmo inicial, las obras enfrentaron ciertos tropiezos que han retrasado el cronograma original.
La planta, que ocupará las antiguas instalaciones de Ford en Camaçari, se perfila como un hito clave para la electromovilidad en América Latina. No obstante, no estará completamente operativa hasta diciembre de 2026, lo que ha generado preguntas sobre el futuro del proyecto y sus implicaciones.

¿Por qué se ha retrasado la operación completa de la planta?
Según Augusto Vasconcelos, secretario de Trabajo del estado de Bahía, la causa principal del retraso está relacionada con investigaciones sobre abusos laborales durante la fase de construcción.
Esto obligó a las autoridades a revisar contratos, replantear procedimientos internos y establecer nuevos calendarios de ejecución para garantizar el cumplimiento de normativas laborales y de seguridad.
“Se está estableciendo un nuevo cronograma para que en diciembre de 2026 la fábrica esté funcionando completamente, con la expectativa de generar 10,000 empleos”, declaró el funcionario.

Operación parcial en 2025: ¿Qué vehículos producirá BYD?
Aunque la inauguración completa aún esté a más de un año de distancia, BYD iniciará operaciones preliminares a finales de 2025. En esta primera fase, se montarán vehículos a partir de kits semiensamblados, también conocidos como CKD (Completely Knocked Down).
Este modelo de producción permite acelerar la entrada al mercado brasileño mientras se ultiman detalles en la infraestructura y procesos internos.
Un complejo automotor que promete revolucionar la región
La transformación del antiguo complejo de Ford no es solo simbólica. Es también una apuesta tecnológica y estratégica. BYD planea instalar una planta capaz de producir 150,000 autos eléctricos al año una vez que esté en plena capacidad.
Algunos detalles clave del proyecto:
- Ubicación: Camaçari, Bahía, Brasil.
- Inversión: Mayor inversión de BYD fuera de China.
- Capacidad de producción: 150,000 unidades al año.
- Empleos proyectados: 10,000 puestos directos e indirectos.
- Inicio de operación parcial: Último trimestre de 2025.
- Inicio de operación total: Diciembre de 2026.
¿Por qué esta fábrica es tan importante para BYD y para Brasil?
Brasil se está posicionando como un centro estratégico para la producción de vehículos eléctricos en Latinoamérica, y BYD quiere liderar esa transformación. Esta nueva planta no solo abastecerá al mercado interno, sino que también podría servir como plataforma de exportación hacia otros países de la región.
Además, con esta inversión, Brasil reduce su dependencia de importaciones, fomenta la transferencia tecnológica y acelera su transición hacia la movilidad sostenible.

La Super e-Plataforma de BYD: carga tan rápida como llenar el tanque
En el marco de su expansión, BYD presentó recientemente su “Super e-Plataform”, una innovación tecnológica que podría marcar un antes y un después en la electrificación del transporte.
Esta plataforma permite cargar un auto eléctrico con la misma rapidez que se llena un tanque de gasolina, eliminando uno de los principales miedos de los consumidores: los tiempos de recarga.
Características destacadas:
- Velocidad de carga ultra rápida.
- Mayor eficiencia energética.
- Mejor integración con sistemas de conducción autónoma.
- Compatibilidad con múltiples modelos y segmentos.
Impacto socioeconómico: mucho más que autos eléctricos
La llegada de BYD a Brasil no solo tiene implicaciones industriales. La promesa de crear 10,000 empleos tiene un potencial transformador para la economía regional, especialmente en un área que sufrió la salida de Ford y su consecuente impacto negativo en la cadena de suministros y empleo local.
Además, se espera un efecto multiplicador en proveedores, universidades, centros tecnológicos y servicios logísticos, que terminarán beneficiando a toda la región noreste del país.
¿Está Brasil listo para liderar la revolución eléctrica?
La infraestructura de carga, la legislación ambiental y los incentivos gubernamentales aún tienen que evolucionar para acompañar este crecimiento. Sin embargo, la inversión de BYD es una señal de confianza en el potencial del país como referente automotor verde en Sudamérica.
La combinación de capital extranjero, tecnología de punta y la necesidad urgente de una transición energética coloca a Brasil en el radar global del futuro automotor.

El desafío: mantener el impulso hasta 2026
La principal amenaza para el éxito de este megaproyecto no está en la tecnología, sino en el factor humano y político. La ejecución de obras, la formación de personal, el marco legal y la cooperación entre esferas de gobierno serán determinantes.
Una demora adicional podría traducirse en pérdida de competitividad, especialmente ante rivales como Tesla o Volkswagen, que también avanzan con fuerza en la región.
BYD pone el foco en Brasil para electrificar el continente
La decisión de BYD de instalar su fábrica más ambiciosa en Brasil no es casual. Es un movimiento calculado que refleja el crecimiento exponencial de la demanda de autos eléctricos en América Latina.
Aunque los retrasos generan incertidumbre, también dan tiempo para construir una base sólida. Si Brasil y BYD logran mantener el rumbo, podríamos estar presenciando el nacimiento de un nuevo polo de innovación y producción eléctrica al sur del continente.