¡Ah, qué sorpresa nos ha dado el Ministerio de Minas y Energía! En un giro inesperado del guión, nos enteramos de que el precio de la gasolina, ese elixir que mueve nuestros queridos autos, no verá un aumento en octubre. ¡Aleluya! Un auténtico regalo para el bolsillo de todos los colombianos, y, ¿coincidencia o no? Justo a la vuelta de las elecciones regionales. 🤔
Ahora, para los que andaban ocupados viendo la nueva serie de moda o, simplemente, desconectados de la realidad automotriz, el precio de la gasolina en Colombia se mantendrá como un roble, sin moverse ni un poquito durante todo octubre. Y eso que las predicciones auguraban un incremento de entre $400 y $600 pesos por galón. ¡Menudo susto! Eso hubiera dejado el precio en algún lugar entre $14.400 y $14.600. ¡Casi nada!
Sin embargo, como quien dice “¡psicología inversa!”, el gobierno optó por no mover un dedo en el precio del combustible. Esta información, que Caracol Radio nos compartió como quien comparte un chisme de barrio, llegó como anillo al dedo, dada la cercanía de las elecciones. Porque, seamos sinceros, ¿a quién no le gustaría un pequeño respiro económico antes de ir a las urnas?
Ricardo Bonilla, ese señor del Ministerio de Hacienda que suele hablarnos de números y más números, había dejado caer la idea de un posible aumento. Pero parece que ha habido un cambio de planes. Y el motivo, nos cuentan, es un ajuste en la compensación por el alza de la gasolina para aquellos héroes sin capa que son los taxistas.
Y si… ¿Qué hubiera pasado si…?
Vamos a hacer un poco de ciencia ficción. Imaginemos un mundo paralelo donde el aumento hubiera sido una realidad. El galón de gasolina corriente habría oscilado entre $13.964 y $14.564. Vamos, que habríamos sentido ese aumento de $600 en el corazón, como ya nos pasó en agosto. O quizá un incremento más “modesto” de $400 pesos, como aquel susto de septiembre.
Pero no todo son especulaciones y juegos de imaginación. En este nuestro mundo real y tangible, el galón de gasolina se quedará paseando en los $13.964. Así que, queridos capitalinos de Bogotá, seguirán viendo ese número de $14.373 cuando llenen el tanque. Mientras tanto, en Bucaramanga, el marcador se quedará en $14.134. Y no olvidemos al diésel, que también se mantiene en su carril, sin despeinarse.
Para los amantes de la trivia, estos cambios (o más bien, la falta de ellos) son parte de las iniciativas para equilibrar el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles. Una especie de caja fuerte que existe para protegernos de esos saltos locos en los precios, gracias a las fluctuaciones del petróleo a nivel mundial.
Conclusión
Así que, queridos lectores, ¡celebremos esta pausa en el alza de la gasolina! Y, entre bromas y veras, agradezcamos ese pequeño alivio que nos da el gobierno. Aunque, claro, siempre con un ojo en la carretera y otro en el calendario electoral. 😉